lunes, 8 de febrero de 2010

Horacio: Odas


I, 11




No trates tú de averiguar
—no está permitido saberlo—
qué fin para mí, qué fin para ti
nos han dado los dioses, Leucónoe,
ni tientes los cálculos babilónicos.
¡Cuánto mejor es soportar
todo lo que pueda pasar!
Ya si Júpiter te concede
muchos inviernos, ya si es el último
este que ahora desgasta
el mar Tirreno contra las rocas,
sé sabio, cuela tus vinos
y, en este breve espacio de tiempo,
suprime toda larga esperanza.
Mientras estamos hablando, terminará de huir
el odioso tiempo: aprovecha el día,
confiando lo menos posible al día siguiente.

No hay comentarios: